Restauración de la dependencia del Espíritu Santo – 2

CAMBIO DE PARADIGMA

Sabiendo que ha llegado el tiempo de Dios, el tiempo en que el Espíritu Santo será derramado y que el evangelio será predicado sobre todas las naciones, valiéndose de  niños y adultos, hombres y mujeres; y considerando que muchos creyentes no saben leer ni escribir, ¿cómo se comunicará el evangelio? Esto nos revela que necesitamos un nuevo paradigma de evangelismo y discipulado.

Dios sabía que todo esto iba a suceder, por eso ha revelado que en esta última hora de la historia se restaurará en la iglesia la dependencia del Espíritu Santo, para dar y recibir, para aprender y enseñar. Solo así  todos, incluso los nuevos convertidos, podrán comunicar el evangelio en el próximo gran avivamiento mundial que está por comenzar.

TEXTO BÍBLICO

• “⁴ Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; ⁵ no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, ⁶ el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. ⁷ Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, ⁸ ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? ⁹ Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación” (2 Co 3:4-9).

MINISTRAR A CRISTO

Ministrar el Nuevo Pacto es ministrar a Cristo, para que la iglesia sea edificada como el cuerpo de Cristo. (En adelante: antiguo pacto será: “AP”, y nuevo pacto será: “NP”).

• a.   TODOS   

El ministerio del NP debe ser impartido por todos los miembros de la iglesia, desde los líderes hasta los nuevos convertidos. Esto nos muestra que hay que cambiar el paradigma actual; ya que, muchos creyentes  piensan que la responsabilidad de ministrar es responsabilidad de los líderes. Pero, contrario a esta idea Pablo dijo:

• que los líderes perfeccionen a los santos (todos los creyentes), para
• que los santos realicen la obra del ministerio.
  • “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef 4:11-12).

Tenga en cuenta que, la “obra del ministerio” es realizada por todos los creyentes.

Por lo tanto, todos los creyentes deben:

• 1)   Ministrar (dar) al Señor, adoración, acción de gracias, alabanzas, intercesión, etc. (Sal 100:4; Hch 13:1-2, Ef 5:18-20; Heb 13:15).
• 2)   Ministrar (dar)a los hombres:
  • A la iglesia: edificación mutua (unos a otros, Ef 4:12; Col 3:16; Heb 3:13).
  • Al mundo: evangelización (la Gran Comisión; Mt 28:18-20; Lc 24:46-48).

De esta manera, todos los creyentes tienen la oportunidad de ejercer sus dones y ministerios.

• b.   CONDENACIÓN Y JUSTIFICACIÓN   

En cuanto al ministerio que el Señor ha dado a todos los creyentes es de destacar que:

• muchos son espirituales, pero no dan fruto (Jn 15:1-8), es decir, no ministran, no comparten lo que tienen; mientras que
• otros no ministran vida, porque, sin darse cuenta, ministran:
  • el AP, el ministerio de la condenación; que lleva a hacer obras,  en vez de ministrar
  • el NP, el ministerio de la justificación, basado en la fe en  Jesucristo (2 Co 3:9).

MINISTROS DEL NUEVO PACTO

•  “Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto” (2 Co 3:6).
  • Ministros en griego es: “διακόνους”.Transcripción: “diakonous”. Palabra original: “διάκονος”. Transcripción: “diakonos”. Strong’s G1249. Significado: sirviente, ministro, diácono. Esquema de uso bíblico: obreros, servidores.
  • Competentes en griego es: “ἱκανός”.Transcripción: “hikanos”. Strong’s G2425. Significado: competentes, suficientes. Esquema de uso bíblico: suficiente en capacidad, aptos, capacitados. Raíz de la palabra (etimología): desde “ἥκω”, hēkō, G2240, haber llegado.   

Un ministro competente del nuevo pacto es el que vive lo que enseña. Pablo dijo que Dios nos hizo ministros (servidores) competentes de un NP. Es decir, no podemos llegar a ser ministros competentes por nosotros mismos, ni por nuestras habilidades, ni por los esfuerzos del “Yo”. Solo Dios puede hacernos ministros competentes. Recordemos lo que Jesús les dijo a Pedro y a Andrés:

• “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mt 4:19).

Así como la vida cristiana es por fe, el ministerio también es por fe. Es decir, debemos depender de Dios para ser ministros y al mismo tiempo capacitarnos.

En este sentido es bueno recordar que, los rabinos judíos fueron entrenados, pero como no tenían revelación terminaron rechazando al Mesías que esperaban. Por lo tanto, tenemos que estudiar y pedir revelación para entender las verdades estudiadas.

DEPENDER DEL ESPÍRITU SANTO

El ministerio del NP es el ministerio del Espíritu Santo. Nuestro espíritu puede ministrar la presencia de Dios si recibe el río de gloria del Espíritu de Dios, Entonces, el ministerio del NP es el ministerio del Espíritu Santo a través de nosotros; y para que esto suceda tenemos que depender del Espíritu Santo.

Esto implica que, para ministrar no podemos depender de nuestras habilidades, sino recibir del Espíritu Santo para saber exactamente lo que tenemos que decir.

En 2 Co 3:7 Pablo habla del “ministerio de muerte”, del AP, de la ley (Ro 5:13). El contraste a esto debería haber sido: el ministerio de vida·, del NP, pero Pablo designa a este ministerio con el nombre de: “ministerio del Espíritu”; refiriéndose al Espíritu Santo, que imparte vida actuando a través de nuestro espíritu.

LETRA Y ESPÍRITU

1.                LEY Y MENSAJE   

• “la letra mata mas el espíritu vivifica” (2 Co 3:6).

Pero, ¿por qué en algunas traducciones la palabra “espíritu” aparece con minúscula, y en otras con mayúscula? Ejemplos:

• (RV1602)  “la letra mata, mas el espíritu vivifica”
• (Oro*)  “la letra sola mata, mas el espíritu vivifica”
• (NRV2000**)  “la letra mata, mas el Espíritu vivifica”
• (LBLA)  “la letra mata, pero el Espíritu da vida”

Para entender esto tenemos que mirar el contexto.

En este texto,

• la “letra” es la ley de Moisés (“el ministerio de muerte grabado con letras en piedras” (2 Co 3:7), que mata, porque indica lo que se debe hacer, pero no da poder para hacerlo; y el pueblo es condenado (Ro 3:20; 7:10; Ga 3:10); pero
• el “espíritu”, en este caso es el mensaje del evangelio, que al  tener el poder del Espíritu santo da vida.

Por lo anterior,

• algunos escriben “espíritu” con minúscula refiriéndose al mensaje, y
• otros escriben con mayúscula refiriéndose al Espíritu que opera en el mensaje.

En realidad, ambas opciones son correctas.

2.                LA LETRA “MATA” 

De paso, aclaremos que al decir: “la letra mata” no se refiere al estudio teológico; en el sentido de “no tenemos que estudiar”, como dicen algunos.  

Recuerda que en la Biblia leemos:

• que Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras” (Jn 5:39);
• que los creyentes de Berea eran nobles porque estudiaban las Escrituras (Hch 17:10-11); y
• que Pablo le dijo a Timoteo que procurase presentarse a Dios aprobado, hablando rectamente la palabra de verdad (2 Tim 2:15).

La letra “mata” ya que:

• los hombres no pueden obtener la salvación gracias a sus obras; y porque
• la predicación de la letra (de toda las obras que tenemos que hacer para ser salvos) no lleva a los hombres a la salvación.

Además, es muy importante tener en cuenta que, si “la letra mata mas el espíritu vivifica”, entonces,

• si ministramos dependiendo de nuestra alma, de la carne, de nuestro conocimiento, de nuestras habilidades, es decir, si ministramos AP, sembraremos muerte; pero
• si ministramos con fe, dependiendo del Espíritu Santo, es decir, si ministramos NP, daremos vida a la iglesia.

Ministrando sin depender del Espíritu Santo las reuniones

• son secas, frías;
• donde los oyentes esperan que el predicador termine su sermón,
• reuniones en las que “no pasa nada”, y donde no hay manifestaciones sobrenaturales.

3.                SEMINARIOS   

Muchos líderes evangélicos no quieren estudiar en seminarios porque dicen que “la letra mata” (2 Co 3:6); y esto lo explican diciendo que no es necesario tener conocimiento bíblico; sino lo que necesitamos es depender del Espíritu Santo, la fe, etc.

Pero, ¿se contradicen la fe en el Espíritu Santo y el conocimiento? ¡No! La explicación que dan los que dicen que no se debe estudiar porque la “letra mata” muestra que al no tener conocimiento bíblico podemos llegar a interpretaciones incorrectas, porque “la letra”  de la que habla Pablo

• no se refiere a tener conocimiento bíblico; pero
• se refiere al tratar de ser salvo obedeciendo la ley de Moisés. La salvación es por la fe en Jesucristo y no por nuestras obras.

Lo normal es que dependamos del Espíritu y que tengamos conocimiento bíblico.

En relación a esto, llama la atención que los mejores estudios bíblicos han sido realizados por creyentes que estudiaron en institutos teológicos.

4.                FUNDAMENTO   

Todo avivamiento debe basarse en la Palabra de Dios. Esto es de vital importancia para que el avivamiento perdure en el tiempo. Algunos avivamientos finalizaron por no tener una orientación bíblica. Por otro lado, si no hay enseñanza bíblica, algunos reciben supuestas “revelaciones” y “profecías”, y establecen nuevas doctrinas, lo cual no es bíblico.

Todo esto nos muestra que necesitamos volver a la Biblia, porque la Biblia es la Palabra inspirada de Dios.

•  “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim 3:16-17).
  • Inspirada en griego es: “θεόπνευστος”. Transcripción: “theopneustos”. Strong’s G2315. Significado: inspirado. Esquema de uso bíblico: inspirado, dado por inspiración de Dios. Raíz de la palabra (etimología): desde “θεός”, teos, G2316: Dios; y “πνέω”, pneō, G4154: soplo, viento.

En otras palabras, toda la Escritura es un mensaje exhalado por Dios; soplo de Dios, es decir, es el Aliento de Dios, la Palabra de Dios.

Entonces, Dios inspiró en la mente de todos los escritores bíblicos las palabras que tenían que escribir.

• “porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 P 1:21).
  • Inspirados en griego es: “φερόμενοι”. Transcripción: “feromenoi”. Palabra original: “φέρω”. Transcripción: “fero”. Strong’s G5342. Significado: inspirar, llevar, traer, venir, alcanzar. Esquema de uso bíblico: inspirados, impulsados, movidos, dirigidos, guiados.

Los hombres de Dios hablaron inspirados por el Espíritu Santo; es decir,

• no compartieron sus propias ideas, sus puntos de vista; pero,
• dieron a conocer el mensaje de Dios.

Este principio espiritual se aplica tanto a los profetas como a todos los creyentes. Es decir, debemos comunicar el mensaje de Dios siendo inspirados por el Espíritu Santo.

INSPIRACIÓN

1.                PALABRAS   

Pero, en la práctica: ¿qué debemos hacer para modificar nuestro ministerio?; es decir,

• para que no ministremos AP, el ministerio de la letra, el ministerio de la condenación; pero
• para que ministremos NP, el ministerio del Espíritu, de la salvación.

Sencillamente,

• si ministramos nuestro conocimiento teológico, sin depender del Espíritu Santo, estaremos ministrando AP; pero
• si ministramos lo que el Espíritu Santo nos inspira qué tenemos que decir estaremos ministrando NP.

Es decir, tenemos que hablar INSPIRADOS por el Espíritu Santo. Por esto, Pedro dijo:

• “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén” (1 P 4:11).

En el texto recién citado, las “palabras de Dios” en griego son los “oráculos divinos”; es decir, las palabras inspiradas por Dios.

• Palabras en griego es: “λόγιον”. Pronunciación: “logion”. Strong’s G3051. Significado: oráculo divino. En el contexto bíblico: palabras o expresiones inspiradas por Dios, profecía, mensaje de Dios.

Pero aclaremos que:

• el Espíritu Santo nos inspira para enseñar la Palabra de Dios,
• no para establecer nuevas doctrinas.

Es decir, nos inspira recordándonos textos bíblicos, enseñanzas ya recibidas y nos enseña qué es lo que tenemos que decir, según las necesidades de nuestros oyentes; como Jesús le dijo la mujer samaritana sobre sus maridos (Jn 4:18).

2.                ANALFABETOS   

Todo creyente debe ministrar el NP, es decir hablar inspirado por el Espíritu Santo. Pero, para eso es necesario tener fe y expectativa, para recibir el mensaje divino.

Dios ha prometido que el Espíritu Santo será derramado sobre toda carne, sobre niños y adultos, hombres y mujeres (Hch 2:17-18). Con ellos, el evangelio será predicado en todas las naciones. Pero, considerando que millones de personas son analfabetas, en los campos y en los pueblos remotos, ¿cómo comunicarán eficazmente el evangelio? Eso sí, no podrán utilizar los actuales esquemas de comunicar del mensaje porque no saben leer, y no tendrán tiempo para estudiar. ¿Y entonces? ¡Sabiendo que todo esto iba a suceder Dios ha determinado que comunicarán el evangelio por “inspiración”; es decir, el Espíritu Santo les enseñará qué decir. En este sentido recordemos que Jesús dijo:

• “yo os daré palabra y sabiduría” (Lc 21:15).

Sabiendo esto, la primera lección que tenemos que enseñar a los nuevos creyentes es a depender del Espíritu Santo.

3.                ESCUCHAR   

Muchos predicadores no buscan al Señor para preparar lo que van a enseñar; y en consecuencia, sus mensajes son secos y vacíos. Por eso, los creyentes dejan las iglesias.

Pero cuando hay un líder que está ardiendo en el Espíritu, que ha estado en la presencia del Señor y ha escuchado lo que tiene que decir, la gente  se da cuenta de que el Señor les está ministrando y corren a escucharlo.

Eso fue lo que sucedió con Juan el Bautista, que fue lleno del Espíritu desde el vientre de su madre (Lc 1:15, 41), y de todas partes salían  multitudes para ir al desierto a escucharle (Mt 3:5).

• “Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?” (Jer 23:18).

4                 ILUMINACIÓN   

• a.   Interpretar 

Pero, no solo debemos depender del Espíritu para enseñar: también debemos depender de él para estudiar e interpretar la Biblia.

Es decir, la hermenéutica bíblica, la interpretación de las Sagradas Escrituras, debe estar iluminada por el Espíritu Santo; ya que fue él quien inspiró las Escrituras y él es el único que nos puede explicarnos  exactamente lo que quiso decir.

• “para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos” (Ef 1:17-18). 

Al interpretar, sin buscar la iluminación del Espíritu Santo, han surgido diferentes doctrinas, basadas en un mismo texto bíblico.

• “entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 P 1:20-21).

• b.   Estudio diligente

Pero aunque dependamos del Espíritu Santo para interpretar correctamente las Sagradas Escrituras, esto no significa que también tengamos que estudiar diligentemente los textos bíblicos, su contexto histórico, su ubicación geográfica, etc. En otras palabras, la dependencia del Espíritu no excluye de modo alguno el esfuerzo humano.

• “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Tim 2:15).

En otras palabras, debemos preparanos para enseñar, dependiendo del Espíritu Santo para que nos guíe qué herramientas debemos usar, buscando el significado de los pasajes bíblicos (exégesis), vocabulario, gramática bíblica, etc. 

SENDAS ANTIGUAS

• “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma” (Jer 6:16).

Si volvemos a las sendas antiguas, si volvemos a depender del Espíritu Santo, como lo hicieron los hombres de Dios en la antigüedad, veremos un gran avivamiento entre nosotros.

Jesús y el Espíritu Santo dependían para todo de Dios Padre. Por lo tanto, debemos depender para todo del Espíritu Santo.

1.                JESÚS

Ell Señor tenía todos los dones, todo el poder, pero dependía de Dios Padre:

• “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo” (Jn 5:30).
• “Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras” (Jn 14:10).

2.                EL ESPÍRITU SANTO

El Espíritu Santo también dependía de Dios Padre. Hablando del Espíritu Santo, Jesús dijo:

• “No hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere” (Jn 16:13).

3.                NOSOTROS

Como hijos de Dios también tenemos que actuar como Jesús, quien dijo:

• “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente” (Jn 5:19).

Hoy, Dios está conduciendo a su pueblo a depender del Espíritu Santo; ya que, la Biblia dice:

• “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zac 4:6).

GLORIA PERMANENTE

Como en el ministerio del NP la fuente es el Espíritu Santo, este ministerio tiene más gloria que la gloria que tuvo el ministerio del AP, ya que

• la gloria que tuvo  el AP fue momentánea, cuando descendió el Espíritu Santo; pero
• la gloria del NP es permanente, porque el Espíritu Santo fluye continuamente a través de nosotros.   

Por eso, para describir la diferencia entre la gloria del AP y la del NP, el Espíritu Santo escogió sabiamente las palabras, y Pablo dijo que:

• el AP “fue” con gloria (fue: “γίνομαι”, ginomai,G1096, “fue, venir”, 2 Co 3:7); es decir, fue o vino con gloria; pero luego la gloria se fue, como en el caso de la luz que resplandeció sobre el rostro de Moisés; 2 Co 3:7); pero
• el NP “será” con gloria (Será: “εἰμί”, eimi, G1510, 2 Co 3:8), es decir, la gloria permanecerá porque el Espíritu de Gloria (1 P 4:14) mora en nosotros.  

Por todo esto, la gloria del NP es superior a la del AP (2 Co 3:9).

Esto nos muestra que si queremos tener un ministerio de gloria, tenemos que dejar que el Espíritu Santo fluya a través de nosotros.

El ministerio del Espíritu Santo tiene varias características maravillosas. Generalmente asociamos su ministerio solo con el poder. Pero además del poder, el ministerio del Espíritu Santo:

• es un ministerio de vida (2 Co 3:6); es decir nos suministra la vida de Dios; y
• es un ministerio de justicia  (2 Co 3:9); ya que nos justifica delante de Dios.

RECIBIR Y DAR, DEPENDIENDO DEL ESPÍRITU

¿Cuál ha será la característica principal en el próximo y último avivamiento mundial, antes de la segunda venida de Jesucristo? La característica principal será la DEPENDENCIA DEL ESPÍRITU SANTO, tanto para

• interpretar la Palabra de Dios, con la iluminación del Espíritu; como para
• compartir el mensaje del evangelio,  con la inspiración del Espíritu.

Es decir, necesitamos enseñar a los creyentes que, para evangelizar y discipular necesitan depender del Espíritu Santo, para recibir:

• él el conocimiento de qué hacer, y
• el poder para llevarlo a cabo;
• como los ángeles, que escuchan y obedecen.

Por supuesto que, para lograr todo esto tenemos que vivir en santidad, dependiendo del Espíritu para todo.

FIN

AUTOR: Eduardo Pedro Saracchi. Profesor de Teología, graduado en Teología Pastoral. Iglesia Evangélica en Buenos Aires, República Argentina.

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CITAS BÍBLICAS. Las citas bíblicas de esta publicación han sido tomadas de la Biblia, Versión Reina – Valera (Revisión de 1960, RVR1960) © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. (Énfasis nuestro: Subrayados, negritas, aclaraciones, mayúsculas y cursivas añadidas).

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