Restauración del Mensaje de Santidad

LLAMADO A LA SANTIDAD

En esta última hora de la historia, antes de la segunda venida de Jesucristo, Dios está llamando a la iglesia, en todas las naciones,

  • a la santidad; es decir, separase totalmente del pecado; ya que, la biblia dice que sin santidad nadie verá al Señor (Heb 12:14); y además está llamando
  • a ser llenos del Espíritu Santo; porque, solo con su poder soportaremos hasta el fin lo que viene.    

TEXTO BÍBLICO

  • Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Heb 12:14).

LA LEY DEL ESPÍRITU

  • Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Ro 8:2).

La humanidad siempre ha creído que con sus buenas obras puede agradar a Dios y vivir en santidad. Por ejemplo, a través de la Torre de Babel los hombres querían llegar al cielo (Gen 11:4).

Para mostrar que el hombre no puede vivir en santidad con sus propios esfuerzos, porque su corazón humano es pecador, 50 días después de la Pascua y de la salida de Egipto, Dios descendió en el monte Sinaí, y entregó los Diez Mandamientos, escritos en tablas de piedra, Comenzó el Antiguo Pacto. Pero esos mandamientos nadie podría jamás cumplirlos.

Habiendo demostrado lo anterior, siglos después, Dios prometió que vendría un día en que daría una nueva ley, escrita en la mente y el corazón de los creyentes; y y que pondría su Espíritu Santo en el espíritu de sus creyentes, para que por la fe pudieran vivir en santidad.

  • Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo (Jer 31:33).
  • Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu haré que andéis en mis estatutos (Ez 36:27).
  • Y les daré un corazón, y un Espíritu,  nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden  en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios (Ez 11:19-20).

En cumplimiento de estas promesas, y sorprendentemente en la misma fecha, es decir, 50 días después de la Pascua y de la resurrección de Jesucristo, en Pentecostés, el Espíritu Santo descendió sobre Jerusalén. Así comenzó el Nuevo Pacto.

El apóstol Pablo tuvo una revelación de que lo que sucedió enPentecostés fue el cumplimiento de lo que Dios había prometido cuando dijo: 

  • que escribiría su ley en la mente y en el corazón, y
  • que pondría el Espíritu Santo dentro de los creyentes; con el propósito de  
  • que hagan su voluntad; es decir, vivan en santidad.

Por eso, Pablo dijo que La ley del Espíritu (Ro 8:2); nos libera de vivir según nuestra naturaleza pecaminosa (Ro 8); para vivir en santidad, si dependemos del Espíritu Santo.

EL ANTIGUO Y EL NUEVO PACTO

Veamos en una tabla todo lo que acabamos de presentar:

El antiguo pactoEl nuevo pacto
En Sinaí – Horeb.En Jerusalén.
50 días después de la Pascua (Shavuot; Dt 16:9-10; Lv 23:15-21).50 días después de la Pascua, en Pentecostés (Pesaj, 14 de Nizán).
Ese día se promulgó la Ley de Moisés, los Diez Mandamientos, escritos en tablas de piedra (Ex 4:12).Ese día se promulgó la Ley del Espíritu, escrita en los corazones (Jer 31:33; Ez 36:26-27).
Comenzó así el antiguo pacto (Ex 20:1-17).Comenzó así el nuevo pacto (Jer 31:33).
Dios descendió al monte en fuego (Ex 19:18; Dt 5:23).Dios descendió en fuego sobre las cabezas de los discípulos (Hch 2:3).
El día que el pueblo recibió la ley en tablas murieron 3.000 (Ex 32:17).El día que el pueblo de Dios recibió la ley del Espíritu, 3.000 nacieron de nuevo (Hch 2:41).
El hombre tuvo que esforzarse para cumplir la ley de Dios, pero nunca pudo.El hombre tiene que depender del Espíritu para cumplir con la voluntad de Dios y vivir en santidad.  
La ley de MoisésLa ley del Espíritu
Da el derecho, pero no el poder.Da el derecho y el poder.  
Es una ley externa al ser humano.Es una ley interna en el ser humano.
Fue dada para que el hombre pueda ver que con su fuerza no puede agradar a Dios.Fue dada para que el hombre pueda tener comunión con Dios, dependiendo de él por la fe.
La ley exige.La gracia proporciona.

Entonces, el Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto fueron dados por Dios para mostrar a la humanidad que solo dependiendo del Espíritu Santo podemos vivir en santidad.

IRREPRENSIBLES

  • Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1 Ts 5:23).
    • Irreprensible en griego es: ἀνέγκλητος. Transcripción: anegklétos. Strong’s G410. Significado: Irreprochable; es decir, inocente a los ojos de la ley, sin culpa).   

En estos días que estamos viviendo, el Espíritu Santo está despertando a la iglesia en todo el mundo, anunciando que la segunda venida de Jesucristo está a las puertas. Por eso, ¡es hora de prepararse para las bodas! La Biblia dice:

  • Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado (Ap 19:7).   

Pero, ¿cómo podemos prepararnos para el casamiento celestial? Veamos:

En el cielo todo es santidad, es decir, no hay pecado; y para introducir a los creyentes en el cielo, Jesucristo vino a este mundo:

  • para sacarnos del reino del pecado, del reino del diablo; y
  • para introducirnos en el reino de la santidad, el reino de Dios; y
  • para santificarnos hasta llegar a ser irreprensibles delante de Dios.

En varias partes de la Biblia se relaciona la segunda venida del Señor, con el hecho de ser hallado irreprensible en santidad.

  • El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo (1 Co 1:8).
  • Para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo (Fil 1:10).
  • Para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él (Col 1:22).
  • Para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos (1 Ts 3:13).
  • Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1Ts 5:23).
  • Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz (2 P 3:14).

¿Qué significa esto de que tenemos que ser irreprensibles en el día del regreso del Señor? Esto significa que después de que Jesucristo regrese y comparezcamos ante el  tribunal de Cristo (Ro 14:10-12), seremos juzgados por el Señor; y que el Señor tendrá que reprender a algunos hermanos por las cosas que debieron haber hecho y no hicieron; por no haber hecho la voluntad de Dios; es decir, serán reprensibles.

Esta reprensión no estará relacionada con la salvación; porque, somos salvos, no por nuestras obras, sino por lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz; pero estará relacionada con lo que Dios quiso que hiciéramos y no hicimos; por lo tanto, nuestra recompensa será menor.

El que seamos irreprensibles depende de la luz que tengamos; ya que, la santificación es progresiva y depende de la revelación que hayamos recibido; que también es progresiva.

Sabiendo que dentro de muy poco tiempo se efectuará el arrebatamiento de la iglesia; y el matrimonio celestial entre Jesucristo y su pueblo; debemos prepararnos viviendo en santidad; hasta el punto de que, en el día de la llegada de Jesucristo,  seremos irreprensibles en santidad.

SANTIDAD

1.    SIGNIFICADO

Pero, antes de seguir desarrollando este tema nos preguntamos, ¿qué es santidad?

  • En hebreo es: קֹדֶשׁ. Transcripción: qōḏeš. Strong’s H6944. Significado: Santidad, santo, santificado. Esquema de uso bíblico: Separación, apartamiento.
  • En griego es: ἁγιασμός. Transcripción: hagiasmos. Strong’s G38. Significado: Santidad, santificación. Raíz de la palabra (etimología): desde ἁγιάζω, hagiazō, santo, santificar. Esquema de uso bíblico: Separarse de las cosas profanas y dedicarse a Dios, consagrar las cosas a Dios.      

Entonces, santidad es separarse del pecado, para dedicarse a Dios.

La santidad incluye dos aspectos:

  • El negativo. Separado del pecado.
  • El positivo. Dedicado a Dios.

2.    SED SANTOS

Dios es santo, es decir, sin pecado; y nos pide que seamos santos, sin pecado.

  • sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo (1 P 1:15-16).

Para entender la santidad de Dios tenemos que recordar que, el pecado entró en el universo por obra de Satanás. A partir de ese momento, la creación se dividió en dos grandes sectores: el pecado por un lado, y la santidad por el otro. Dios no tiene nada que ver con el pecado; es decir, él es santo, separado del pecado, y nos pide a los creyentes que seamos santos, es decir, separados del pecado.  

3.    SALVACIÓN

La única forma de comenzar a vivir en santidad es recibiendo a Jesucristo en nuestro corazón, porque vino a salvarnos de nuestros pecados.

  • Y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados (Mt 1:21).

Dios dice que todos los seres humanos han pecado (Ro 3:23). Por tanto, todos deben buscar ser salvos, santificados, apartados, separados del pecado, por la salvación que Jesucristo vino a traer (Jn 3:16).

SANTIFICAR, SANTIFICACIÓN

Jesús pidió en oración a Dios Padre para que santificara a los creyentes en su verdad (Jn 17:17). ¿Qué es santificar y cómo nos santifica la verdad? Veamos.

a.    SANTIFICAR

  • En hebreo es: קָדַשׁ. Transcripción: qaḏaš, gadash. Strong’s H6942. Significado: Santificar, consagrar, apartar o consagrar para el culto a Dios. Esquema de uso bíblico: Ser apartado, ser consagrado.
  • En griego en griego es: ἁγιάζω. Transcripción: hagiazō. Strong’s G37. Significado: Santificar, ser santo. Esquema de uso bíblico: Separarse de las cosas profanas y dedicarse a Dios.

Santificar es separar y el proceso para hacer santo es la santificación.

  • Santificación en griego es: ἁγιασμός. Transcripción: hagiasmos. Strong’s G38. Significado: Santificación, separación. Etimología: desde: Strong’s G37, santificar, ser santos.   

La santificación es la obra por medio de la cual, el Espíritu Santo nos separa del mal y nos transforma a la imagen de Jesucristo.

Entonces, de acuerdo con todo esto y con el contexto de las palabras de Jesús, nuestro Señor le pidió a Dios Padre que los creyentes sean separados del mundo, en el sentido espiritual (Jn 17:14, 16).

POSICIÓN Y ESTADO

1.         DOS REALIDADES

Dios ha revelado en la Biblia cómo nos ve:

  • 1)   Nuestra posición celestial en Cristo. (Ef 1:3).Desde el primer momento de la salvación Dios dice:
    • habéis sido santificados (1 Co 6:11).  
  • 2) Nuestro estado terrenal actual (condición real o experiencia diaria). Esto ocurre a lo largo de nuestra vida (santificación progresiva).
    • Y el mismo Dios de paz os santifique por completo (1Tes 5:23).

¿Qué diferencia hay entre estas dos situaciones? Veamos

Nuestra posición en Cristo
Somos santos
Nuestro estado actual
Debemos ser santos
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención (1Co 1:30).sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo (1 P 1:15-6).
habéis sido santificados (1 Co 6:11).Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1Tes 5:23).

2.         RECIBIR POR LA FE

Como podemos ver en los textos presentados:

  • 1)   La Biblia nos dice que en Cristo somos santos; es decir, ya hemos llegado.
  • 2)   La misma Biblia también nos dice que tenemos que llegar a santidad.

¿C ómo resolver esta aparente contradicción? Veamos:

  • Así como recibimos la salvación cuando
    • Vemos en la Biblia que Jesús murió para perdonar nuestros pecados y resucitó para darnos vida eterna; y
    • recibimos a Jesucristo por la fe en nuestros corazones,
  • de la misma manera, recibimos la santificación cuando
    • vemos, gracias a la iluminación del Espíritu Santo sobre la Biblia, que en Cristo somos santos; y
    • recibimos la santidad que es nuestra en Cristo por la fe (En última instancia, no es recibir algo más de Cristo, como separado de él, sino estar más llenos de la santidad de Cristo).

Es decir, no alcanzamos la santidad por nuestras obras, sino recibiendo por la fe.

Esta aparente contradicción que hemos visto con respecto a la santidad (somos santos, debemos ser santos), la vemos también en otras áreas de la vida cristiana. Por ejemplo, con respecto a la bendición. Al no entender estos principios espirituales, algunos no buscan más de Dios porque entienden que ya lo tienen todo.

DEPENDER

La santidad viene por depender del Espíritu Santo.

  •  Andad en el Espíritu, y NO satisfagáis los deseos de la carne (Gá 5:16). 

En griego, aquí hay dos “No”. Veamos:

  • «Λέγω δέ Πνεύματι περιπατεῖτε καὶ ἐπιθυμίαν σαρκὸς οὐ μὴ«

El primer no es: “οὐ”(ou, G3756); y el segundo es: “μὴ”(mē, G3361). Cuando esto sucede, el significado de esta doble negación, es una promesa. Por eso, este texto está mejor traducido en la NRV1990:

  • (RV1960)  Digo, pues: Andad en el Espíritu, y No satisfagáis los deseos de la carne
  • (NRV1990)  Digo pues: Vivid según el Espíritu, y no satisfaréis los deseos malos de la carn

Es decir, Dios nos promete que, si andamos en el Espíritu no satisfaremos (no satisfaréis) los deseos de la carne; es decir, no pecaremos.

Entonces, la vida victoriosa es vivir dependiendo del Espíritu Santo; ya que, él nos trae todas las riquezas que tenemos en Cristo Jesús. 

FUNDAMENTO

  • el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios (Hcb 6:1).

1.         ARREPENTIMIENTO Y FE

¿Cuál es el fundamento de la santidad? La santidad tiene el mismo fundamento de la salvación; es decir, está basada en dos grandes principios espirituales: el arrepentimiento y la fe.

  • El arrepentimiento, para separarnos del pecado y del reino de las tinieblas.
  • La fe en Dios, para ser parte de su reino y recibir cada vez más la presencia de Dios.

Jesús resumió toda la vida cristiana con las palabras con las que comenzó su ministerio:

  • Arrepentíos y creed en el evangelio (Mr 1:15).

La santidad se basa en esos dos principios fundamentales.

2.         CADENA

Muchos no avanzan en el camino de la santidad porque su vida está atada a algo de este mundo. Hasta que no se rompa ese lazo, o sea hasta que no se arrepientan de ese pecado no crecerán espiritualmente. Aquí está el gran secreto de la santidad.

En los avivamientos se ha visto muchas veces que, cuando el Espíritu Santo desciende sobre la multitud, las personas sienten terrible convicción de pecado, y lloran desesperadamente pidiendo perdón; pero cuando de repente se arrepienten del pecado, el gozo inunda sus corazones. Esto sucede tanto en los incrédulos como en los creyentes.

3.         BAUTISMO

Juan el Bautista entendió perfectamente que, para tener comunión con Dios necesitamos vivir en santidad; y para esto, debemos arrepentimos de todo pecado. Por eso bautizaba a las personas con bautismo de arrepentimiento (Mt 1:4); ya que, los judíos entendieron que para purificarse tenían que realizar una  Inmersión ceremonial en agua, un rito de purificación  llamado Tevilah. Para ellos esto simbolizaba un fin y un comienzo; muerte y resurrección; el final de una vida en pecado y el comienzo de una vida en santidad. Aquí está el trasfondo del bautismo cristiano: muerte y resurrección (Ro 6:4).

Inmersión ceremonial en agua:

  • En hebreo es: Tevilah. La raíz de esta palabra es: טָבַל.  Transcripción: taval. Strong’s H2881. Significado: Inmersión, sumergir.
  • En griego es: βαπτίζω. Transcripción: baptizó, Strong’s G907. Significado bautizar, bautismo. Implica: inmersión, sumergir.

Entonces, así como lo entendió Juan el Bautista, tiene que haber un arrepentimiento total un corte definitivo con ese pecado que te ata. En otras palabras: una muerte y una resurrección. Aquí está la clave de la santidad.

Muchos cristianos saben que tienen un pecado secreto, del cual nunca se han librado, porque nunca han cortado definitivamente esa atadura, nunca se han arrepentido del todo. Por lo tanto la pregunta es: ¿de qué pecado tú sabes que te tienes que arrepentirte? 

SIN SANTIDAD NADIE VERÁ AL SEÑOR

1.         NADIE

  • Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Heb 12:14).

¿Qué significa esto? Para entenderlo tengamos en cuenta que, las personas que asisten a las iglesias se dividen  en dos grandes grupos, así como las diez vírgenes de Mt 25:1-013:

  • Por un lado, los que, aunque a veces tienen caídas espirituales, tratan de vivir en santidad; y dicen como el apóstol Pablo: Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? (Ro 7:24). 
  • Por otro lado están los viven en toda clase de pecados pensando: Pues no importa que yo viva en pecado porque, como soy cristiano, ya tengo asegurado mi futuro en el cielo. Estos últimos oirán un día al Señor decir: No os conozco (Mt 25:12); porque sin santidad nadie verá al Señor.

Si vives en pecado no entrarás al cielo, así como las vírgenes insensatas no entraron en la fiesta de bodas.

2.         TRANSFORMACIÓN

La santidad viene por ver a Jesucristo; es decir teniendo revelación. Por ejemplo:

  • Isaías vio que había pecado cuando tuvo la revelación del Señor (Is 6:1-6). El apóstol Juan dijo que Isaías vio a Jesús (Jn 12:41).
  • Pablo dijo que cuando vemos al Señor somos transformados de gloria en gloria (2 Co 3:18).

3.         TRINIDAD

La santificación es obra conjunta de la Santísima trinidad.

  • a.   Dios Padre
    • Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad (Jn 17:17).
    • Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1Tes 5:23).
  • b.   Dios Hijo
    • En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre (Heb 10:10).
    • Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta (Heb 13:12).
  • c.   Dios Espíritu Santo
    • Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad (2 Tes 2:13).
    • elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas (1 P 1:2).

4.    VERDAD

Para que los creyentes se separen  del mundo necesitan un paradigma, una norma, un modelo, diferente al que está en el mundo; y ese modelo, es Jesucristo; que se presenta en las Sagradas Escrituras.

Jesús dijo: Tu palabra es verdad; y también: Yo soy el camino, la verdad (Jn 14:6).

Es decir, a través de la Biblia, a través de la verdad, llegamos a conocer a Jesucristo y ser santificados.

Pero, si somos santificados por el conocimiento de la verdad, esto implica que para llegar a la santidad tenemos que conocer la Biblia. 

  • para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra (Ef 5:26).

Aunque la palabra santificación no aparece en Ro 8, en este capítulo Dios revela cómo lograr la santificación: Dependiendo de la ley del Espíritu de vida; es decir, depender del Espíritu Santo (Ro 8:2), quien nos libera de la esclavitud de nuestra vieja naturaleza (Ro 7).

5.    SANTIFICACIÓN PROGRESIVA

A medida que conocemos la voluntad de Dios experimentamos un proceso de transformación progresiva en santidad, que nos lleva a parecernos cada vez más a Cristo.

  • Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo (1 Co 11:1)

AVIVAMIENTO

Todo avivamiento comienza con el arrepentimiento. El pecado nos separa de Dios. Muchos tienen pecados ocultos: malos pensamientos, malos deseos, malas intenciones, etc. Hasta que no se arrepientan no verán la manifestación de la gloria de Dios.

En 1905, antes de que comenzara el gran derramamiento del Espíritu Santo en la calle Azusa, en Los Ángeles, California, en 1906, Dios le reveló a Frank Bartleman (1871-1936), que: no hay avivamiento sin arrepentimiento.

Por esta razón, Bartleman, como Juan el Bautista, preparó el camino para el gran avivamiento al llevar a muchas congregaciones norteamericanas a orar por un gran derramamiento del Espíritu.

Es por eso que necesitamos muchos Bartlemans alrededor del mundo para organizar grupos de intercesión.

Además, el Señor le mostró a Bartleman que cuanto más profundo es el arrepentimiento, más profundo será el avivamiento. Por eso, escribió en Azusa Street que la profundidad de todo avivamiento nacido de Dios será determinada exactamente por el espíritu de arrepentimiento que tenga.

CONCLUSIÓN

El diablo introdujo el pecado en el mundo. Por tanto, Dios llama a la humanidad a la santidad; es decir, apartarse del pecado.

Pero Dios sabe que con sus propias fuerzas el ser humano no puede vivir en santidad porque su naturaleza es pecaminosa. Por eso, para ayudarlo Dios intervino en la historia a través del

  • Antiguo pacto, cuyo objetivo fue demostrar la incapacidad humana para agradar a Dios; y del
  • Nuevo pacto, dado para ayudar a los creyentes a vivir en santidad, dependiendo por la fe en el Espíritu Santo.

Para caminar en el camino de la santidad lo primero que debe hacer todo creyente es cortar toda cadena que lo ata a cualquier tipo de pecado; es decir, arrepentirse de todo corazón.

Muchos no crecen espiritualmente porque, sabiendo que hay uno o más pecados ocultos en sus vidas, nunca lo han cortado definitivamente.

En las congregaciones cristianas hay:

  • creyentes que, aunque a veces caen espiritualmente, piden misericordia a Dios para dejar de pecar; pero también hay
  • personas que viven en pecados graves, pero no les importan porque entienden que su futuro ya está asegurado en el cielo. El  Señor les dirá que no los conoce, y no entrarán en el cielo.

Jesús prometió que los de limpio corazón verán a Dios (Mt 5:8); y la Biblia dice que sin santidad nadie verá al Señor. Entonces, aquellos cuyo corazón no haya sido limpiado, purificado, por la sangre de Jesucristo (1 Jn 1:7-9), no entrarán en el cielo, sino que irán al infierno.

FIN

AUTOR: Eduardo Pedro Saracchi. Profesor de Teología, graduado en Teología Pastoral. Iglesia Evangélica en Buenos Aires, República Argentina.

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DERECHOS. Se permite la reproducción parcial o total del contenido de esta publicación, con propósitos educativos y sin fines de lucro; sin necesidad de obtener permiso previo, con la condición de que no se modifique ni altere el significado o contexto, y que se cite adecuadamente la fuente.

CITAS BÍBLICAS. Las citas bíblicas de esta publicación han sido tomadas de la Biblia, Versión Reina – Valera (Revisión de 1960, RVR1960) © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. (Énfasis nuestro: Subrayados, negritas, aclaraciones, mayúsculas y cursivas añadidas).

RECONOCIMIENTO. Hacemos un reconocimiento de gratitud a dos grandes editoriales:

  • A WORDPRESS, por su amable permiso para editar esta publicación.
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